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Mostrando entradas de 2008

Reprendiendo a la autoridad

En Gálatas 2:11-14 podemos leer lo siguiente en las palabras del apóstol Pablo: « Pero cuando Pedro vino a Antioquía, lo reprendí cara a cara , porque era de condenar , pues antes que llegaran algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que llegaron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio , dije a Pedro delante de todos : “ Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? “» Según Pablo, la actitud de Pedro era de condenar. ¿Leyeron bien? La actitud de Pedro era necesario que fuera condenada, a fin de que se corrigiese el error en que había caído el tan bien reputado apóstol (aún en nuestros días). Personalmente sé que Pedro cometió un error, sé que yo

¿Dónde está Dios?

Imagen
La imagen de esta flor tan particular (llamada en muchos países “diente de león” y en Argentina: “panadero”, aunque no tenga relación una cosa con la otra) tiene un sentido que describo a continuación. Continúo con la lectura del libro: “El Jesús que nunca conocí” de Philip Yancey y de ese modo voy conociendo los dichos de otros autores como es el caso de Walter Wink, quien dijera: Matar a Jesús fue como destruir, soplándola, la flor llena de semillas de un diente de león”. Jesús se multiplicó de un modo impresionante sobre la tierra. Pero… ¿en dónde está Dios? ¿Cómo se manifiesta hoy en la tierra? Veamos, en el pasaje de Mateo 25:31-46, lo que dijo Jesús mismo al respecto: Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a

La necesidad de adorar a Dios en espíritu y en verdad.

Mucho he leído del nuevo paradigma que enfrenta a la iglesia con respecto a la culminación de la iglesia “congregacional” tal y como creíamos que era (ya que se nos ha enseñado por años un molde que no terminaba de encajar en el nuevo testamento…) Los discípulos no tenían un lugar específico para reunirse. Lo hacían en donde fuese. Jesús mismo reunía a las multitudes al aire libre, sin buscar un lugar determinado. A veces una casa en donde el público necesitado intentaba entrar por el techo. Otras veces en el Monte de los Olivos, otras veces hablaba desde la barca hacia alguna playa… O sea, no nos dejó Jesús ejemplo de estructuras edilicias que fueran necesarias para adorar a Dios. Cuando Jesús se retiraba a orar a solas, muchas veces lo hacía a cielo abierto. Así sucedió en el huerto de Getsemaní. Entonces… ¿por qué se nos ha enseñado que “las cuatro paredes” son la iglesia? No puedo encontrar explicación a eso. Lo que sí encuentro liberador, es que como individuo puedo tener co

El reparto equitativo de los apóstoles.

En la iglesia primitiva, si bien los nuevos cristianos abundaban en dádivas generosas y totales (llegando a vender todo lo que poseían), el fin de dichos recursos era compartirlo de un modo equitativo entre todos. Es obvio que se continúa enseñando lo beneficioso que es dar, pero lamentablemente no se observa que el reparto se realice con certeza a quienes más lo necesiten. Recordemos este pasaje: Así que no había entre ellos ningún necesitado ; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad . - Hechos 4:34-35 - Las finanzas de una iglesia dicen mucho acerca de sus ministros. En algunas congregaciones se usa (con buen criterio) la publicación de cada balance de gastos y detalle del uso de los fondos recaudados. Aún así, teniendo esa precaución de dejar las cuentas "claras y a la vista", se corre el riesgo de no ser un buen distribuidor de las r

Almorzando a tu propio hijo

A veces, leyendo la biblia, nos topamos con algunos relatos de una crueldad humana difícil de imaginar. Hasta hay quienes evitan leer ciertos párrafos, por conocer su contenido sangriento. Los canales de noticias muchas veces nos muestran realidades inconcebibles de maldad humana y se escuchan comentarios posteriores tales como: “Antes estas cosas no pasaban”, “cuando yo era joven, no te dejaban hacer esto o aquello”, etc. etc. etc. Lo cierto es que la biblia nos da la pista sobre un tipo de maldad que siempre estuvo presente en el hombre, aún cuando no existía internet, ni noticiero televisivo o radial, ni teléfonos móviles, ni nada que se acerque a todos los artefactos y tecnología con la que contamos en la actualidad. Entre esos pasajes sangrientos y horripilantes, encontramos el de dos mujeres hambrientas en medio de un sitio que se prolongó por un tiempo tan prolongado que escaseaban los alimentos y lo poco que había se vendía a precios exorbitantes. El pasaje puede leerse en

Cristianos "golondrina"

¿A quién se llamó así? Ya desde la época de 1986 (en pleno “avivamiento” en Argentina) teníamos señales de un deseo evangélico de contener a las “almas nuevas” u “ovejas recién convertidas” dentro del redil. Este nombre “golondrina” se le adjudicaba a cualquier hermano o hermana que, no estableciéndose en una congregación de modo permanente, buscaba nuevos horizontes en otras congregaciones. En esta nota quiero reflexionar sobre este mote que tan a la ligera se utilizó sobre muchos. Algunos de éstos (Dios quiera me equivoque) perdieron la fe que una vez les fue dada por la torpeza de quienes siempre discriminan en lugar de quitar las vigas de sus propios ojos. Algunas ovejas, a veces de modo consciente y voluntario, otras veces casi sin entender el porqué, salen a buscar pastos verdes, cuando sus pastizales se vuelven amarillos o incomestibles. El término “golondrina” o “veleta” cambiará seguramente dependiendo de qué país se trate, pero espero que todos comprendan el significado.

El Jesús que nunca conocí: La Tentación.

Estoy leyendo un libro del autor cristiano Philip Yancey (más cristiano que muchos, aunque seguramente que no le gustaría leer esta opinión sobre su persona) titulado como he titulado el post: “El Jesús que nunca conocí”. ¿Lo recomiendo? ¡ Sí ! Lo recomiendo, (re-comiendo). En él, el autor comenta su viaje en 1991 a Rusia en tiempos en que el impreio de la Unión Soviética se estaba desintegrando. Pudo comprobar según sus propias palabras que “ setenta y cuatro años de comunismo habían demostrado, más allá de toda duda, que la bondad no se podía legislar desde el Kremlin y obligarse a punta de pistola. Resulta una ironía contundente que los intentos de obligar a la moralidad suelen producir personas desafiantes y gobernantes tiranos que pierden su sentido de moral “. Esta última frase en negrita es aplicable (literal y prácticamente en su totalidad) a algunas congregaciones evangélicas de la actualidad. Inmediatamente después de presentar esta experiencia, Philip Yancey hace una an

¿Esta es la Iglesia por la cual murió Cristo?

Quiero transcribir un comentario de mi hermano Leovanis Farías y sólo haré al finalizar una breve reflexión sobre sus palabras. ¿Quién es Leovanis Farías? Un hermano en Cristo. Para Dios es suficiente. Quizá para muchos sea necesario presentar algún carnet de la asociación de líderes de nosedónde para poder manifestar su autoridad para decir algo. Aquí va su comentario: Recientemente conversé con una hermana en Cristo, la cual me comentaba sobre la forma imprudente e inconsciente de algunos pastores y ministros al momento de pedir los diezmos y las ofrendas, existe una manipulación exagerada. La forma en que le quitan a las personas su dinero, objetos de valores, prendas y bienes. Algunos le piden a las personas enfermas, que recurren a ellos, confiando en su buena fe por el hecho de que se dicen llamar cristianos. Lo cierto es que ” estos lideres religiosos” so pretexto de llamarse hijos de Dios, les exigen a las personas una buena ofrenda o diezmos para que Dios los pueda sanar

A mi hermano Leovanis Farías

Debo hacer público el agradecimiento a este hermano en Cristo que me invita a conocer a las tribus en donde predicó el hermano Bruce Olson, algunas de ellas Motilonas y otras cercanas que también visitó. No dudo que no faltará oportunidad para pegarme una vuelta por la selva de Venezuela y conocer a esos hermanos en el Señor. Mi respeto por el hermano Bruce Olson, nació con la lectura de su libro “Por esta cruz te mataré” publicado por Editorial Vida hace muuuuuuuchos años. Posteriormente (y actualmente) sé que el hermano Bruce sigue trabajando, no quizá en forma presencial ya, (por inconvenientes que debió soportar con la guerrilla colombiana) sino desde fuera, pero proveyendo un respaldo para los hermanos que desean aprender, seguir estudios y capacitarse para evitar que los engañadores no se apoderen de sus tierras. La historia es bastante larga (ya la he comentado en varios posts de este mismo sitio) por lo que les invito a leerla. Sólo quería agradecer esta invitación que me

Sobre el dar...

Por tanto, tuve por necesario exhortar a los hermanos que fuesen primero a vosotros y preparasen primero vuestra generosidad antes prometida, para que esté lista como de generosidad, y no como de exigencia nuestra. Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre. Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad , la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios. Porque la ministración

Vida después de la muerte

Hace mucho tiempo, mi esposa me relató con un lujo de detalles más que impactante, un suceso que experimentó, el cual podría introducirse en cualquiera de los relatos referidos a “Vida después de la Vida” o más bien… “Vida después de la muerte”. Lo cierto es que creo en aquellas cosas que me relató, por tratarse de cuestiones que también han estado escritas en la biblia, en donde Jesús comenta la historia del hombre rico y de Lázaro (ya no como una parábola, sino como un hecho) de un hombre que desde su lugar de tormento, deseaba que Abraham le avisara a su familia para que no les tocara la misma suerte. El último trayecto de la historia refiere lo siguiente: “ Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere

Poniendo a prueba el cristianismo

Muchas veces nos toca enfrentar situaciones que ponen a prueba nuestra fe. Una de ellas la estoy viviendo actualmente. He perdido mi trabajo ! Un trabajo que me mantuvo por un tiempo bastante “cómodo” y sin sobresaltos. Debí renunciar por cuestiones familiares y personales. No se trataba ya de acomodarse y buscar soluciones inexistentes con vistas a mantener un ingreso interesante, sino de cuestiones más profundas que tienen relación con la vida, con la dignidad y con la fe. En esta etapa, mi fe juega un rol de altísima importancia. ¿Hasta dónde te va a sostener Dios? Es la pregunta que le podría arrojar a las espaldas de mi enemigo espiritual, como tantas veces se suele recomendar. Pero… ¿Qué diferencia existe entre mi vida y la de un niño (o miles de ellos) que perece(n) por el hambre en el África o en la India? Ante el Señor, ninguna. Soy tan humano como cualquiera de ellos. O mejor dicho… Ellos son tan humanos como cualquiera de nosotros, que por tener un acceso a tecnología

¿Cómo andás? - Una mirada a la hipocresía

La hipocresía ha llegado a límites insospechados. Y esto gracias a la careta que divide a la realidad cierta de la ficción que se desea mostrar. La hipocresía se potencia a sí misma. Recuerdo que muchas veces se me preguntaba al pasar: “¿Cómo andás?” y la respuesta era siempre: “Bien”. “Bien”, es la primera palabra que sale de la boca de quien responde a la pregunta: “¿Cómo andás?” en Argentina. Le siguen al “bien” una serie de “reglas cumplidas” que pretenden justificar el porqué estamos “bien”. “Estoy yendo al grupo o célula”, “estoy trabajando en tal o cual área o ministerio”, “me congrego tres veces a la semana”. Pero el “¿cómo andás?” sigue sin ser respondido. ¿Eres feliz de hacer lo que haces? ¿Disfrutas de tu relación con Dios y le amas? ¿O te dedicas a “mostrar” que eres una persona cumplidora y obediente mientras tu corazón sigue enfermo? ¿Estás rodeado de legalismo e hipocresía? Como cristianos solemos rodearnos de una serie extensa de imposiciones, abstenerse de beber

¿A qué llamamos "fruto"?

Es interesante lo bien que los hombres logramos cambiar el significado de las palabras de Jesús. Una de las definiciones de “fruto” es: Producto de las plantas, que, aparte de la utilidad que puede tener, sirve para desarrollar y proteger la semilla. Como cristianos, si permanecemos en Él, damos fruto. Es una consecuencia lógica. No se trata de ser el que más recauda, o el que más convence, o el que llena estadios, ni se trata de que todos sepan quienes somos y qué hacemos para Dios. Jesús enseñó todo lo contrario. “No sepa tu mano lo que hace la otra”, “tu padre que ve en lo secreto te recompensará en público”. Somos orgullosos por naturaleza. Deseamos ser vistos. Nos encanta que otros mencionen las “grandes cosas” que hemos hecho en el nombre del Señor. ¿Acaso no será esa la recompensa? ¿Quedará en la eternidad alguna otra recompensa para quien se “cobra” reconocimientos en la tierra? Sólo me lo pregunto. Pues tal pareciera que existe una necesidad de mostrarse que ya no tiene

¿Es la "voluntad de Dios"?

Muchas veces nos preguntamos si algo es o no la voluntad de Dios. Con frecuencia los cristianos hemos sido enseñados a preguntarnos ante cualquier decisión si es la voluntad de Dios alguna de las opciones que se nos presentan. Muchas veces juzgamos un hecho histórico como diabólico o, al menos, ajeno a los planes de Dios. Tal es el caso de la persecución que sobrevino a los creyentes de Cristo que estaban en Jerusalén. La explicación a tal suceso (vista con la óptica de nuestra realidad y posición histórica actuales) es que Dios quería que los creyentes se extendieran y que mediante su predicación el evangelio alcanzara también a los “gentiles” (o sea, al pueblo no judío). Ciertamente Dios no desea el mal de los hombres, pero tampoco cuenta con herramientas más persuasivas que el conflicto para llevar a Su iglesia hacia donde desea que se mueva. En aquella oportunidad, los cristianos estaban cómodos en Jerusalén y sus alrededores. ¿Por qué arriesgar dicha comodidad para ir a bus

Proverbios 1:7

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Existe una sabiduría que es según el corazón de Dios. A la vez, vivimos en este mundo rodeados de su mundana sabiduría, que nos pretende llevar por caminos de apariencia recta, pero que nos harán caer vez tras vez en errores más profundos. Alcanzar la sabiduría del Señor es un manantial que no se agota. Es una propuesta divina a la que sólo se puede acceder por Su Gracia. En este mundo tendremos aflicción. La sabiduría de este siglo intentará opacar en repetidas oportunidades el consejo de Dios. Los “insensatos” son aquellos que siguen el consejo de este mundo, en lugar de moverse por los designios de Dios para nuestra vida. El perdón es el arma más liberadora que existe para ser genuinamente libres. El saber perdonar es de sabios. El perdonar es reconocer que aquel a quien vamos a perdonar no se lo merece, tal como no nos merecíamos el perdón de Dios en el sacrificio de Cr

¿Cómo das?

Con el título “Educación de la Crisis” se publicó en el blog de la Monjaguerrillera el siguiente texto que quiero reproducir “literalmente”, “totalmente” y espero que del mismo modo llegue a tu PC, para que tus ojos puedan leerlo, o bien, impreso logres tomarlo en tus manos y puedas finalizar su lectura sin caer desmayado por el golpe de su contenido. Lo recomiendo puntualmente, como así también recomiendo todo el blog, ya que no abundan los textos profundos y que nos hagan reflexionar, salvo pocas excepciones que podrán ver en el listado de links de este humilde espacio. Lo que sí suele abundar es el engendro espiritualoide de este tiempo corrompido que nada tiene que ver con el sencillo mensaje del evangelio, (por más que quienes lo predican se esfuercen por torcer las letras de Dios a su antojo para empujar el significado a su favor). Un sencillo texto de la Monjaguerrillera entre tantos otros que algunos podrán buscar, leer, disfrutar en su blog mientras otros querrán criticar,

Proverbios 1:6

Para entender proverbio y declaración, Palabras de sabios y sus dichos profundos. Hasta este punto, Salomón destaca la utilidad que tendrán todos los textos que preceden a ésta introducción: Que quien se convierta en lector de los mismos alcance el grado de sabiduría necesario para apartarse de la sencillez y aprenda a aplicar todo su ser al conocimiento de las palabras de los sabios y de los dichos profundos. Claramente, el deseo de Salomón es invitarnos a ingresar a un escalón un poco más alto en cuanto al entendimiento. Ahora bien… Este “escalón más alto” no es útil para sentirse más poderoso que el resto, sino que nos llena de responsabilidad con la que será nuestro deber aprovechar esa estatura para comunicar mejor aquellas cosas que antes nosotros mismos no comprendíamos. Tal es el grado de sabiduría que debemos alcanzar. El de la sabiduría que nos permita desear que todos lleguen a alcanzarnos, para lo cual debemos doblar nuestros esfuerzos. Si realmente somos sabios, lo log

Proverbios 1:5

Oirá el sabio, y aumentará el saber, Y el entendido adquirirá consejo El que oye la palabra es sabio y aumentará su saber y su conocimiento. Y de entre los sabios, el entendido aprovechará dicha sabiduría para bendecir a otros que necesiten ser guiados. Quizá podrá guiar a aquellos que están sedientos de salir de la ignorancia en que se saben presos, pero no comprenden de qué modo romper con las cadenas de la mentira con que se han envuelto durante años, como tampoco entienden de qué modo éstas los han enredado. Hay gozo, hay paz, hay esperanza y vida en la genuina libertad que Jesús nos ofrece. No nos esclavicemos a los viejos preceptos de la tradición y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. Puestos los ojos en Aquel que nos amó cuando le éramos extraños. Que Dios te bendiga !!!

Amando al pecador y aborreciendo el pecado

Lo que el mundo necesita es Gracia. (Sí… estoy leyendo a Philip Yancey) Muchas iglesias que se jactan de ser espirituales, dejan afuera a muchos por sus costumbres, por su condición social, por su apariencia externa. Cuántos estarían dispuestos en alguna de estas “grandes” iglesias a recibir con amor y respeto (estimando al recién llegado como superior a sí mismo) a una prostituta, por ejemplo. A un homosexual. A un asesino. A un violador. ¿Lo haría sabiendo quién es y lo que ha hecho? La respuesta será (obviamente) SIIIIIIIIII !!! Pero la verdadera respuesta. La que el Señor espera, está a las puertas de las congregaciones. Muchas de estas mega-iglesias, para no escandalizar a los asistentes, en el caso de que llegue algún ser “visualmente desagradable” se lo envía por la puerta de atrás, se le enseña el camino de salvación, se le da una palmadita en la espalda y… ¡cuando se bañe y esté perfumadito vuelva! El Señor no buscaba la comodidad ni las grandes sinagogas. Él entraba

Proverbios 1:4

Para dar sagacidad a los simples, Y a los jóvenes inteligencia y cordura. Cuánta falta nos harían estas tres cosas en nuestra sociedad actual: Sagacidad, Inteligencia y Cordura. Los “simples” serían más sagaces y no serían atropellados como sucede en todos los ámbitos de diversas maneras. Pero… ¿quienes son los llamados “simples”? En otras traducciones podemos leer el mismo texto del siguiente modo: “para infundir sagacidad en los inexpertos, conocimiento y discreción en los jóvenes.” (Biblia Al Día, e idéntica traducción en la Nueva Versión Internacional) “para hacer sagaces a los jóvenes inexpertos, y darles conocimiento y reflexión.” (Dios Habla Hoy). “para enseñar a los simples la prudencia, a los jóvenes ciencia y reflexión,” (Biblia de Jerusalén) “para dar prudencia a los inexpertos, perspicacia y circunspección a los jóvenes.” (Nácar-Colunga) “para que dé a inocentes astucia, y a niño nuevo el sentir y el pensar.” (Septuaginta) Los simples son los “inexpertos” ó los “in

Proverbios 1:3

Para recibir el consejo de prudencia, Justicia, juicio y equidad; Si algo tiene de complejo este mundo es el equilibrio de la justicia (con minúscula). Esto quizá se deba a que la misma es ejercida por hombres: unos la convierten en una actividad lucrativa, y otros, anhelan realmente ser justos y hacen lo que mejor pueden (o al menos eso creen). Si hablamos de la otra Justicia (la que es con mayúsculas, la Justicia del mejor Juez del universo y alrededores) nos encontramos con ese parámetro que muy difícilmente logre alcanzar ser humano alguno en la tierra. Cuando Dios juzgue a los hombres, Sus juicios serán absolutamente justos. No existirá la más mínima duda de la perfecta equidad en Su sentencia sobre nuestros actos (buenos o malos), ni excusa alguna que pueda ser planteada. No tendremos derecho a defensor alguno, ni existirá cosa vulgar alguna como la apelación, ni se podrá elevar un pedido de anulación del juicio por ningún motivo. No estará el hombre delante de Dios para d

Proverbios 1:2

“Para entender sabiduría y doctrina, para conocer razones prudentes” Proverbios 1:2 La finalidad de los proverbios escritos por el rey Salomón, está descrita en los versículos que siguen al primero. En este primer párrafo (el versículo 2) Salomón nos da una pista sobre su motivación: Que quienes lean estos proverbios, alcancen un grado mínimo de comprensión sobre la sabiduría y la doctrina. Una de las cosas que pretende es que el lector de estos escritos “conozca razones prudentes”, entre otras que leeremos en versículos posteriores. No he sido yo quien ha divido en versículos y capítulos los antiguos escritos. Sé que los textos leídos “de corrido” sin las interrupciones propias de estas divisiones no inspiradas nos dan una mayor claridad sobre el mensaje que se intentó dar en un primer momento. Cierta vez, leí un nuevo testamento cuyos número de versículo se encontraban a lo largo del texto, sin cambiar de renglón (retorno de carro) en cada número de versículo, sino sólo cuando

Proverbios 1:1

“Los proverbios de Salomón hijo de David, rey de Israel” Libro de los Proverbio, capítulo 1, versículo 1. Salomón fue rey de Israel y Dios lo amó. ¿Cuántos líderes cristianos permitirían que tome las riendas de su ministerio un hijo de origen tan oscuro? “David consoló a Betsabé, su mujer, se llegó a ella y durmió con ella. Ella le dio a luz un hijo y le puso por nombre Salomón. Jehová lo amó” 2º libro de Samuel, capítulo 12, versículo 24. Para que Salomón naciera, David pasó por un adulterio y varios asesinatos. Así de sencillo. Se enamoró de Betsabé cuando la vio desnuda mientras se bañaba y la deseó. La mandó llamar y adulteró con ella. Al ver que no podía convencer a Urías (esposo de Betsabé) de que pasara la noche junto a su esposa, con el único fin de evitar que se conociera su adulterio, le invitó a quedarse con él para que bebiera hasta embriagarse, pero ni aún así Urías se acostó con su mujer. Entonces optó por mandarle una nota a Joab (general del ejército de Isra

El mal de Dios

¡Qué título interesante! ¿El Mal de Dios? ¿Es una contradicción más de la biblia? ¡No! ¡Para nada! Sólo que existe y es real. Y cuando en ocasiones nos toca experimentar “lo malo”, el Señor se encuentra con nuestra negativa a aceptarlo y agradecerlo con la misma intensidad con que agradecemos lo bueno. “¡Es que somos hijos del Rey! ¿Cómo toleraremos esta enfermedad?”, nos decimos. “¿Qué dirán nuestros hermanos?”, seguramente dirán que no tenemos fe. “¿Y qué si se enteran de que no tenemos dinero para comprar un automóvil?”, seguramente dirán que “el Señor no nos ha prosperado” por no dar una ofrenda o un diezmo, por tener algún pecado oculto, etc. etc. etc. Quiero compartir una pregunta de Job: “¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?” Job 2:10b Job había alcanzado grandes riquezas en esta tierra y era conocido como el “varón más grande que todos los orientales” (Job 1:3). Su secreto: Vivía bajo el temor del Señor. Ahora bien. Las prédicas livianas y positivista

Les Luthiers y su inconfundible toque de humor

Concerto Grosso alla Rustica Otra excelente producción de los “Les Luthiers”

Las Crónicas de Narnia: El Sobrino del Mago

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El libro “El León, la bruja y el guardarropas” fue el primero en escribirse (según el orden que le dio el autor y que respetó Disney). En este libro, que según mis cálculos está quinto entre los siete que componen toda la historia, es en donde comienza todo. En realidad, Clive Staples Lewis hace uso de una imaginación realmente notoria, creando aquellos “pozos” que hacen de comunicantes entre diversos mundos. He tenido que releer unas tres veces este libro (y volvería a hacerlo) para comprender bien lo que el autor plantea. En una parte del libro se habla de un árbol, a partir del cual se construiría posteriormente el “guardarropas” del primer libro. Ahora bien. El mensaje final de la serie de libros (casi en las últimas páginas del último libro), es triste pero esperanzador. Ese final, me ha sacudido mucho más que la lectura de los siete libros en su totalidad. Lo más llamativo es que sólo logré interpretarlo correctamente cuando mi hija me mostró lo que decía C. S. Lewis.

Las Crónicas de Narnia: El Príncipe Caspián

Hoy, Domingo 18/05/2008, he leído el siguiente texto en la revista VIVA de hoy del diario Clarín. Reproduje dos párrafos que me parece que encierran (levemente) parte de la historia, carácter y valores que poseía C.S.Lewis el autor de las (por Disney ahora más famosas) "Crónicas de Narnia". Quienes somos cristianos, no deberíamos dejar de leer su otra obra, la que precisamente encierra muchísima más riqueza y profundidad. Aquí les dejo el texto que decía: Un mundo encantado oculto en un lugar improbable, criaturas extrañas y animales parlantes, chicos que comandan batallas, un rey león y una reina gélida y malvada. Quienes no conocieran la obra de C.S. Lewis al internarse en el cine a ver "El león, la bruja y el armario (la primera novela de la saga de Narnia que filmó Disney en el 2005) podrán haber pensado que no se trataba de una historia del todo original. Lo que acaso no supieran es que, si la historia les resultó conocida, es porque infinidad de relatos posteriores

Con respecto a la duda y a la fe

La duda… ¡qué interesante tema! No dudo de lo que Dios hizo en mi vida, ni de todo lo que está escrito en Su palabra. Pero lo que sí pongo en duda es cierto espíritu de pseudo-oveja al cual se nos ha acostumbrado desde los púlpitos, en donde la palabra enseñada debe ser “acatada” más bien que correctamente aprendida. “Esto es así porque lo dijo el teólogo fulano de tal…”, se suele escuchar. Y yo pienso (si me es lícito hacerlo) ¿existirá alguna posibilidad de que el tal teólogo haya equivocado alguna jota o tilde en su propia locura por alcanzar la verdad bíblica? Creo que los teólogos pueden llegar a grandes y profundas conclusiones, pero continúan siendo humanos tanto como el gasista o el plomero. Por lo tanto no están exentos de equivocar sus interpretaciones con respecto a la palabra de Dios (aún cuando basen sus estudios en los más rígidos exámenes de su especialidad), tanto como un gasista puede hacer un buen trabajo que dure 50 años o volar una manzana por su imprudencia. Q